Apareciste en mi vida una noche así como cualquier otra, no sé como, no sé por qué. Simplemente apareciste, me escuchaste, me entendiste y lograste que te cuente cosas que nunca pude hablar con nadie. Me contaste cosas importantísimas para vos, siendo que eso te cuesta un horror. Una noche que podría haber sido como cualquier otra, terminó siendo un intercambio de vidas.
Apartir de ahí pasaron mil y una cosas. Tenemos una amistad loca, rara, rayada, histérica. Muuuuuuy nosotras dos, o no?
A veces me asusto, no sé si soy yo la que hablo o sos vos. No sé si el consejo te lo doy a vos o a mí, no sé si vos me lo das a mi o te lo das a vos.
Pensamos tan iguaL, y actuamos tan iguaL, tan maL, vale aclarar.
Nuestros cortes, nuestros cuelgues, nuestro orgullo, nuestros retos, nuestros retos.
Nuestras locuras, nuestras risas, nuestros códigos, nuestros secretos, nosotras.
No sé si alguna vez te lo dije, pero te adoro como a muy pocas personas, sos de mis mejores amigas y a veces no sé que haría si no te tuviera ahí para que me abras la cabeza de un porrazo o me saques una sonrisa como vos sola sabes hacer.
No sabes, no te das una mínima idea de lo que me duele verte con esa cara. La impotencia que me da. Y capaz reacciono mal, y me da por matarte, mal tratarte. Por que me saca, realmente me saca.
Me saca no poder hacer nada, me saca tener que quedarme sentada. Me saca ser tan idiota de no poder decirte la palabra exacta, darte el gesto necesario.
Diría perdón.. Pero no tengo ganas de morir en el intento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario