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jueves, 12 de junio de 2014

Todo no se compra, todo no se vende.

Cuando era chica mi papá me decía que a mi abuela yo la quería por que me daba plata a escondidas. Nunca entendió que mi abuela me daba cosas más importantes que la plata, que ni siquiera se pueden comprar.
Desde muy chica me sentí muy sola. Mi papá no es un ser muy cariñoso (no le sale, no es que no quiera) y a mi mamá  le costó ordenarse. Mi abuela siempre estuvo ahí, me cuido, me enseñó, me abrazo fuerte sin tocarme y me dijo sin decirlo que nunca iba a estar sola. Mi abuela es esa persona que no llamo nunca, pero cuando la llamo hablamos hora y más, como hoy. Mi abuela me compró siempre todo lo que quise, me dio plata para que me llene de caprichos.. Eso nunca fue lo que importó. Por qué cuanto vale un guiso de lentejas hecho con amor? Cuanto vale un 'come bien, cuidate'? Cuánto vale que se enojen con alguien por que te trata mal a vos y no a ella? Cuanto vale ser prioridad en la vida de otro?
Claramente son cosas que no tienen precio. Ella me dedicó gran parte de su vida y yo hoy entregaría la mía con mucho gusto solo por verla sonreír.
Yo sé que la mayoría de las personas tienen algo lindo que decir de sus abuelos. Pero mi abuela no es de este planeta, todos tenemos algo lindo para decir de ella. Mi abuela es agradecida, es altruista, es de esas personas que van a tener el detalle más insólito y más necesario en el momento más preciso. Y no conmigo que soy su nieta, sino hasta con personas que la han tratado muy mal.
Me enseñó que decir te quiero es solo llenarse la boca con palabras sino se acompaña de hechos. Me enseñó a dar vuelta la página y empezar una y otra y otra vez más. Mi abuela me hizo entender que el que abandona no tiene premio.
Y eso es lo que le quería explicar a mi papá, que mi abuela es mi premio.Y por ella vale la pena esforzarse cada día.
Quería contar de esas cosas que no se compran, ni se venden, pero hablo de ella y no puedo evitar solo hablar de ella. No puedo evitar llenarme de amor, de orgullo, llorar de emoción.
Soy feliz de saberla ahí para mí, y ahora que pronto la voy a tener más cerca siempre, todo vale la pena el doble.
Gracias ela, brindo por estos 22 años juntas y por todos los que nos quedan por compartir.

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