No siempre en la vida todo es como uno quiere. A veces las cosas cuestan más o no son lo que realmente esperábamos. También están los sentimientos de uno, los del otro que juegan en esta cuestión. No podemos perder todo por ganar algo, pero apostar no está del todo mal. Tener miedo también es común y frecuente, y aunque no sea nuestra mejor aliado, nos ayuda a crecer cuando lo superamos. Es tan difícil vivir, o eso creemos y por eso se nos hace difícil. Si en vez de pensar y analizar cada paso, solo lo diéramos, quizá así todo sería más fácil. Ser feliz no es complicado, sólo es cuestión de proponerselo y tenerlo siempre presente. A veces,  hay que dejar de lado el pasado, no mirar al futuro y disfrutar plenamente el presente. Por que al fin y al cabo es lo único que realmente tenemos, el resto es una simple ilusión óptica, algo que no podemos tocar, ni sentir, sólo recordar. Y al fin y al cabo los recuerdos los maneja uno mismo. Por ende, ser feliz está al alcance de la mano ... O de la cabeza.