Las fuerzas las dejaste en la cabina de peaje.
La meta te quedo demasiado grande y preferiste la autopista como atajo, dejando tu ruta con paisaje abstracto.
Preferiste morir, a vivir sintiendo.
Preferiste la nada, a arriesgarte por más.
Porque si no lo intentas, no puedes fallar.
Tomaste el camino rápido, pero seguro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario