Mucha gente me vive diciendo que a veces soy feliz con MUY poco. Otras tantas llego a la conclusión de que tengo mucho y siempre quiero más. Ultimamente, son más esas veces que soy feliz con poco, ¿o será que veo lo mucho que tengo y para los demás es poco?
Me pasa que cosas que para los ojos ajenos, hasta para los mios, son muy sencillas, me sacan sonrisas enormes y de lo más sinceras.
Abrir el celular y ver esa carita que me sonríe, que extraño tanto pero sé que tengo, ese solcito que es lo primero que veo apenas abro los ojos para apagar la alarma y lo último que veo a la noche cuando la activo y cierro el cel.
Levantarme con el desayuno preparado por papá, y que no este enojado por que me quedé dormida.
Llegar del cole a las 6 de la tarde y escuchar a los minutos el teléfono con la llamada de la abuela.
Mensajiarme todo el día con la novia más linda.
Llegar y ver arriba del escritorio un triangulito verde de plástico que me saca una enorme sonrisa.
Caminar las 8 cuadras que separan el cole de Beiro charlando con Dani de cualquier cosa.


Colgar con Lu en cualquier clase con cualquiera pavada.
Los abrazos de cada día con el más mejor.
Llamar a las indígenas y escuchar sus vocesitas contándome sus cosas del cole, los amores y todas esas locuras que solo ellas pueden hacer.
Ufs, son tantas las cosas que me hacen feliz, son tantas las personas que me hacen feliz, que a veces no entiendo como puedo estar triste o sentirme sola.
Sería tan lindo ver siempre lo bueno y no tanto lo malo (: