Me levanté con ese pensamiento todavía en mi cabeza y me propuse ya que se nos llevan las risas, sonreír a todo el que veía por la calle. Imaginemos situación. Escracho de 17 años con cara de acabo de levantarme caminando por avenida Corrientes a las 9 de la mañana con una sonrisa que no le entraba en la cara. Reacción de las personas:
- Cara de que le pasa a esta, está loca, completamente. (incontables).
- Devolución de sonrisa (contadas, 3).
Llegando a la psicóloga y con Calamaro en el oído cantándome 'no se puede vivir del amor' llegué a la conclusión que realmente no encuentro esos porqués porque no tendría ni que planteármelos. Si para los demás estoy loca porque voy sonriendo por la calle, sin motivo alguno, bien por ellos, creanlo. Pero para mí, los locos son ellos. Que no veían el hermosísimo día que hacia, fresco pero sin viento y con un enorme y hermoso sol que alumbraba sus caras tristes.
No hay respuesta a todas esas preguntas porque no deberían existir. La gente debería ser feliz simplemente por que la vida lo merece, deberían nada más y nada menos que proponérselo.
Pero blee, si no lo entienden allá ellos. Yo tuve un hermoso y expectacular día, recargado de sonrisas, en honor a Fernando Peña, te lo dedico groso donde sea que estes, todas las tantas risas de hoy por todas las que vos produjiste en mí, gracias.
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